
Fue uno de los momentos más esperados de toda la noche. Primero porque siempre es bonito ver a un artista recoger el premio a toda su carrera. Y segundo, en esta ocasión, por las declaraciones que realizó la actriz a finales de la semana pasada declarándose negacionista y renegando de las vacunas y del coronavirus.
Antes de que saliese al escenario le tocó abrir fuego a Jorge Sanz, el actor con el que Victoria Abril compartió pantalla en numerosas ocasiones en el pasado. Quizá como guiño a ella, fue el primero y uno de los poquísimos (aparte de la propia Abril) en quitarse la mascarilla en el escenario para presentar a la actriz. Ya el propio Sanz fue el primero en mencionar la polémica que ha revuelto los días previos antes de su celebración. Literalmente dijo "al final nos convence a todos para que nos quitemos las máscaras".
Sanz se entretuvo hablando de lo que Abril ha supuesto para él como actor. Tras sus bellas palabras pincharon un vídeo repasando su carrera y entonces... llegó el momento. Victoria Abril entró a escena. Sin mascarilla, con sus gafas de lectura y una chuleta gigante. Nada más arrancar no se andó con rodeos: "traigo esta chuleta porque no está el patio para historias", para acto seguido pedir perdón. La homenajeada se refirió a la ya maldita rueda de prensa y diciendo que en ningún momento "pretendía ofender a las familias que han perdido a seres queridos. Todas las vidas cuentan".
También tuvo tiempo para lanzar un pequeño dardo a María Guerra con un escueto "no coincidimos en muchas cosas". Y para terminar sus agradecimientos volvió a referirse de soslayo a toda la polémica de estos últimos días. "Necesito un poco de paz, sin redes ni televisión". Terminó de dar las gracias con un "hasta siempre" y se marchó como vino, sin apenas hacer ruido y sin que se la viese más mientras varios miembros del público la despedían de pie entre aplausos. Así cerró Victoria Abril una de sus semanas más duras de los últimos años por una polémicas declaraciones cuyas consecuencias ni ella misma supo calcular.
